Parque Natural de la Cumbre, Circos y Lagunas de Peñalara,
Comunidad de Madrid, España. 25 de junio de 2011.
Después de una primera
experiencia alpina, Katarina está en forma y con ganas de más. Aprovechamos
nuestra estancia, de unos días, en Madrid para acercarnos a la Sierra de
Guadarrama y hacer una ruta circular por el Parque Natural de la Cumbre, Circos y Lagunas de Peñalara.
A
pesar de que ya en los años 20 del siglo pasado hubo un proyecto de Parque
Nacional para proteger las zonas de gran valor ecológico de Guadarrama y que en
1930 fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional, no fue hasta 1990 cuando
la Comunidad de Madrid otorgó a esta zona el título de Parque Natural de la
Cumbre, Circos y Lagunas de Peñalara. Está previsto que en los próximos años
esta área protegida sea declarada Parque Nacional.
La
importancia del Parque Natural viene dada por una combinación de elementos
geográficos, biológicos y paisajísticos de primer orden. Entre ellos destacan
el Circo de Peñalara, de origen glaciar, así como las lagunas y humedales,
declarados en 2005 sitios RAMSAR. La flora y la fauna,
especialmente los relacionados con las lagunas (siete de las diez especies
anfibias del parque están en peligro de extinción) son otros de los tesoros
protegidos de este parque.
En
fin, un magnífico lugar por el que pasear, siempre en los límites balizados de
los caminos, y disfrutar de una jornada de montaña y naturaleza. En esta
ocasión, como lo hiciéramos el verano anterior en la excursión a la Cabane des Dix, en los Alpes, en compañía de Eloy y Diana.
A mis lectores:
Os deseo un muy feliz y muy fecundo año
2012. En la montaña y fuera de ella. Muchas gracias por estar ahí, siguiendo
este blog y aportando con vuestros valiosos comentarios y opiniones.
Salud y Montaña amig@s.
RUTA
Llegamos por carretera al puerto
de Cotos, entre las provincias de Madrid y Segovia, a 1.830 metros de altitud.
Dejamos el coche en el aparcamiento y ascendemos, siguiendo la carretera, hasta
el Centro de Interpretación del
Parque Natural de la Cumbre, Circos y Lagunas de Peñalara. Seguimos la senda
bien balizada hacia el NE, en dirección a la Laguna Grande. Siguiendo la senda
hacia la Laguna de los Pájaros, bordeamos el contorno SE de los picos de
Peñalara y pasamos varias lagunas hasta llegar a la última, la de los Pájaros.
En este punto podemos ver la cresta que deberemos recorrer para alcanzar la
cima de Peñalara (2.460m). La bajada se hace por el itinerario más corto, el
que sube de Cotos directamente, y así completamos nuestra ruta circular en
dicho puerto.
DESNIVEL POSITIVO
600 metros
600 metros
TIEMPO
Excelente. Soleado y templado. Temperatura entre 25°C y 18°. Sin viento.
CROQUIS
DURACIÓN
Centro de Interpretación– Laguna Grande (45min) – Inicio cresta (2h) – Cima Peñalara (3h30) - Centro de Interpretación (4h45).
Centro de Interpretación– Laguna Grande (45min) – Inicio cresta (2h) – Cima Peñalara (3h30) - Centro de Interpretación (4h45).
DIFICULTAD
Ninguna dificultad técnica. Caminos balizados, amplios, sin pérdida. Poco desnivel y pocas fuentes de agua.
Ninguna dificultad técnica. Caminos balizados, amplios, sin pérdida. Poco desnivel y pocas fuentes de agua.
DESCRIPCIÓN
23 de junio de 2011. Acabamos de
aterrizar en España y hace mucho calor. Como siempre en verano. Pocos días
después de nuestro paseo por las alturas de Chamonix, donde no solo
tuvimos una magnífica experiencia en la montaña sino también una meteorología
pluscuamperfecta, nos sentimos animados, y preparados, para más montaña.
Hacía tiempo que quería ir a
Peñalara, de la que mi hermano me había hablado varias veces, puesto que había
ascendido esta cumbre varias veces. Este verano era un buen momento para
acometer esta ascensión a una cumbre sin ninguna dificultad en verano y muy
accesible. Buscando información sobre el Parque Natural de Peñalara, vi que
podíamos hacer una ruta circular que pasase por las lagunas, los circos y,
finalmente, la cumbre principal de la Sierra de Guadarrama, así que me decanté
por esa opción. La que mayor interés podía despertar en mis compañeros de
excursión.
Como suele pasar cuando somos
varios, salimos tarde de casa y llegamos al punto de inicio de nuestra ruta a
las tres y media de la tarde. Cierto es que finales de junio es una época del
año sin problemas de luz natural, lo cual, sumado a las condiciones
atmosféricas óptimas que se disfrutaban en ese momento, nos tranquilizaba y
permitía estar hasta tarde en la montaña. A las 15h30, bajo un sol de justicia
y después de habernos preparado, emprendemos la marcha hacia el centro de
interpretación del parque. Tomamos una senda ancha que lleva, a través de un
pinar, hacia la Laguna Grande. El camino está bien balizado, muy transitado, al
estar en las cercanías de importantes núcleos de población y recorrer una
orografía asequible para todos los públicos. Ello no le resta interés, en
realidad atraviesa parajes muy bellos y ofrece unas vistas magníficas sobre la
sierra madrileña y sus aledaños segovianos.
En pocos minutos, Katarina y yo
nos distanciamos de Eloy y Diana, que caminan a un ritmo más lento. Nuestra aclimatación
alpina y, sobre todo, la forma y buen ánimo de mi chica, hacen de la excursión
un paseo muy agradable. Pronto dejamos atrás los pinares para salir a la luz
directa del astro rey, que llevaremos clavado en la nuca durante unas horas, y
nos acercamos a la Laguna Grande, donde una decena de personas se afana en hacer
fotografías, comer un bocadillo o, simplemente, tomar el sol. Eloy y Diana
llegan en unos minutos, y los cuatro juntos nos hidratamos y posamos para el
recuerdo delante del circo que encierra la laguna.
Proseguimos nuestra ruta hacia el
NE, descubriendo las otras Cinco Lagunas, más pequeñas, y otros bellos parajes,
siempre bajo la mirada atenta de las aves rapaces que sobrevuelan el parque
buscando presas, y siguiendo el la senda que conduce a la Laguna de los
Pájaros, la última, la más septentrional. Tomamos fotografías de los humedales,
la flora y algunos de los animales que alberga el parque, entre ellos las vacas
que pastan en los prados de altura, a más de 2.000 metros. No hay duda de que
el entorno es excepcional, y además, gracias a la hora tardía, nos encontramos
prácticamente solos durante buena parte del recorrido de nuestra ruta circular.
Concretamente hasta llegar al cordal que nos llevará a la cumbre de Peñalara,
ya cerrando la bucle.
En efecto, al dejar atrás la
Laguna de los Pájaros, nos encaramamos al Risco de los Claveles, donde nos
sorprende una carrera de montaña, cuyos participantes muestran evidentes signos
de cansancio y deshidratación. Alguno de ellos llegó a vomitar del sobreesfuerzo
unos metros delante de nosotros. Le ofrecimos un poco de agua, pero declinó el
ofrecimiento, tenía un camelback.
Entre tanto, Diana y Eloy seguían detrás de nosotros, y así fue hasta la cumbre
de Peñalara, que alcanzamos después de recorrer la rocosa senda que conduce a
ella desde el NE. Durante la ascensión final, en la cresta, podemos divisar la
llanura castellana que se abre ante nuestros ojos, con las tierras segovianas,
Valsaín y la Granja de San Ildefonso en primer término. La vertiente norte de
Peñalara es muy rocosa, pedregosa, hasta la cota 1.900, donde los pinares hacen
su aparición.
Hacia las siete de la tarde
alcanzamos la cima de Peñalara (2.460m), después de haber recorrido una cresta
rocosa y haber saltado de bloque en bloque de piedra intentando esquivar las
omnipresentes mariquitas que revoloteaban en este cálido atardecer. Kattis está
contenta, es la primera de los cuatro en cumbre, es una recompensa a su buena
forma y a sus penurias chamoniardes. Nuestros
compañeros llegan en pocos minutos. Nos bebemos los últimos tragos de líquido y
emprendemos rápidamente el descenso, que es pesado y discurre por la ruta
normal, ancha como una pista forestal. En poco más de una hora estamos en el aparcamiento
del puerto de Cotos y la excursión, ya con los últimos rayos de luz, llega a su
fin.
Una vez más, esta vez en la
Sierra de Guadarrama, la montaña nos ha dado un respiro, un tiempo de libertad
y disfrute, los cuatro juntos, como aquel día en los Alpes. Esperemos que sean
muchos más. Peñalara es un entorno magnífico, de gran interés para el que viene
de otros macizos, y del que los madrileños y segovianos deben sentirse
orgullosos.
Salud y Montaña
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Kattis en el pinar |
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El circo glaciar de Peñalara |
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La Laguna Grande |
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El paraje de Cinco Lagunas |
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Vacas y terneros |
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Cinco Lagunas |
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Flores |
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Más humedales |
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Inicio de la cresta, con corredores de montaña |
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Laguna de los Pájaros con la cresta |
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Tonos malva |
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Camino de Peñalara |
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Sendas mágicas |
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Cerca de la cumbre |
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Kattis en la cima de Peñalara (2.460m) |
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Caballos al atardecer |
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Bóvido |
PS: Los comentarios son fuente de motivación para la existencia de un blog. Si algo te gusta (o si no) coméntalo para que en el futuro siga habiendo nuevas entradas. Gracias.
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