martes, 25 de agosto de 2009

Bishorn (4.153m) y Pointe Burnaby (4.135m). Primeros cuatromiles.


Llevaba tiempo preparando esta primera ascensión alpina de entidad, puesto que ya habíamos hecho alguna excursión más modesta por el Valais suizo en años anteriores. Era el momento de debutar en la cota de los 4.000, después de muchas ascensiones en Pirineos y de habernos probado en terreno glaciar. El elegido ha sido el Bishorn (4.153m), por varias razones, entre las que destacan su relativa facilidad (F+), sus impresionantes panorámicas desde la cima y su accesibilidad desde nuestra base en los Alpes Peninos.

Es el cuatromil más septentrional de la cadena O del Mattertal. Se podría decir que constituye solo el espolón N de la cadena de aristas del Weisshorn, verdadero coloso de la zona. El Bishorn tiene un pico gemelo, la Punta Burnaby (4.135m), que se alza rocosa al NO de él y que fue ascendida por vez primera por la formidable alpinista irlandesa Audrey Le Blond, cuando era señora de Fred Burnaby, el 6 de agosto de 1884. Iba acompañada de los guías suizos Josef Imboden y Peter Sarbach. En esa ocasión no pudieron alcanzar la cima principal del Bishorn por el mal tiempo, aunque a ellos se debe la mayor parte de la exploración, que sería aprovechada dos semanas más tarde, el 18 de agosto de 1884, por G.S. Barnes, el reverendo R. Chessyre-Walker, el propio Josef Imboden y J.M. Chanton para hollar por primera vez la cima del Bishorn.

La vía más utilizada, que fue también la de los pioneros, es la que atraviesa el glaciar Turtmann desde el Refugio CAS de Tracuit. Es una vía utilizada, también, para ganar la arista del Weisshorn y acometer esta, sin duda, mucho más ambiciosa ascensión. Eso quedará para más adelante.

Para nosotros el Bishorn siempre será nuestra primera experiencia con el hielo alpino, los grandes glaciares y el aire fino, y quedará en nuestro recuerdo como el día de nuestro bautismo como Alpinistas.


RUTA

Salimos del pueblo de Zinal (1.678m), al cual se accede desde Sierre, en el Valais central suizo. En el pueblo hay señales verticales que indican claramente el camino a seguir hacia el Refugio CAS de Tracuit. Se asciende por senda evidente hacia el S-SE para ir ganando altura rápidamente y alcanzar el collado de la Roc de la Vâche, seguimos por la misma senda, ahora pedregosa que asciende hacia el E. Justo antes de llegar al refugio hay que superar un paso en roca equipado con cadenas (Iº), que no tiene ninguna dificultad, incluso cargados.

Desde Tracuit (3.256m) se debe tomar el camino del glaciar y, una vez al inicio, se atraviesa el Turtmanngletscher hacia el SE, sin tomar casi altura y con precaución por las grietas hasta llegar a la enorme pala que asciende al Bishorn. Aquí, una clara huella en el glaciar nos guía, en zig-zag ascendente hasta el collado que separa Bishorn y Punta Burnaby, siguiendo la huella nos encaramamos a la inclinada pala final (40º) para alcanzar la amplia planicie cimera del Bishorn (4.153m). Mismo camino para la vuelta. Gráfico de la ruta


DESNIVEL POSITIVO

Primer día (1.478m) / Segundo día (925m)


TIEMPO

Completamente despejado. Temperaturas entre 26ºC (Zinal), 15ºC (Tracuit) y 0ºC (Cima Bishorn, a las 9h)


CROQUIS

Zinal - Cabane de Tracuit (Primera jornada)

Cabane de Tracuit - Bishorn y Punta Burnaby (Segunda jornada)


DURACIÓN

Día 1: Zinal - Roc de la Vâche (1h05) - Cabane de Tracuit (2h38). Día 2: Cabane de Tracuit - Bishorn (2h50) - Punta Burnaby (3h25) - Cabane de Tracuit (5h25) - Zinal (7h20). Ritmo Alto. Paradas incluidas.



DIFICULTAD

Senda amplia, evidente y señalada en todo momento por marcas blancas y rojas desde Zinal hasta la Cabane de Tracuit. Pendiente moderada a fuerte según tramos, llanos muy escasos. Trepada de Iº equipada con cadenas antes de llegar al Refugio CAS de Tracuit.

Desde Tracuit, senda señalada con marcas azules y blancas hasta la entrada del glaciar Turtmann. Huella evidente en el glaciar, campo de grietas en la zona más plana del Turtmanngletscher. Se pasa bien de madrugada, pero hay que tener mucho cuidado desde que el sol le da de lleno (caída de puentes de nieve, reblandecimiento). Huella evidente que asciende en zig-zag por la pala. Amplia arista cimera con huella profunda y de pendiente moderada (40º), cuidado si hay hielo. Huella desde el collado a la Punta Burnaby, último tramo en mixto (10m), cuidado con el verglás.



DESCRIPCIÓN


Llegamos a Zinal a las 11h45 del día 18 de agosto de 2009, aparcamos el coche pasado el centro del pueblo, en aparcamiento libre. El paisaje es espectacular, ambiente alpino y aire fresco. Sacamos las mochilas, que hemos preparado cuidadosamente en casa, y los bastones de travesía. Nos ponemos en marcha hacia el pueblo viejo de Zinal, al S de las construcciones modernas, y flanqueamos chalets de madera muy cuidados, con sus jardines, banderitas y fuentes de agua fresca. En este punto dudamos un poco, preguntamos a un excursionista por la senda a Tracuit y nos indica que tenemos que ir hasta el final del pueblo y allí una señal vertical nos indicará que el camino sigue al E, en claro ascenso.

En efecto, seguimos la señal y tomamos altura por senda y tramos de carretera hasta llegar al inicio de la senda propiamente dicha. En este punto se advierte la pendiente que nos espera, camino de zetas hasta la Roc de la Vâche. Nuestro ánimo es el mejor, tenemos por delante, según las reseñas consultadas y la propia señalización de montaña suiza, de 4 a 5 horas de esfuerzo hasta el Refugio de Tracuit. Como suele ser habitual, los tiempos son muy aproximados, como comprobaríamos más tarde.

El camino de tierra y piedrecillas asciende rápidamente por inclinados pastos de montaña, haciendo zetas de moderadas pendientes. Hace calor y el esfuerzo en los primeros 45 minutos, en que estamos fríos, se hace notable. Apenas paramos, puesto que hemos salido tarde, lo que no nos impide disfrutar de las vistas que se van abriendo ante nosotros, entre las que destaca la cascada de la Roc de la Vâche. Nos cruzamos a muchas personas que bajan de la montaña, de una excursión a Tracuit o del mismo Bishorn. Poco antes de llegar a la hora de caminata, nos encontramos una pequeña excavadora que han debido de subir en helicóptero y que parece estar trabajando en labores de acondicionamiento de la senda, ya casi en la desviación a la Roc de la Vâche. Recuerdo haber visto una igual en mi descenso del Ben Nevis, en Escocia, esta misma primavera. Afortunadamente, en esta ocasión parece que solo es para rehabilitar una parte de la senda muy maltrecha por el agua y no para crear una autopista hacia la cumbre, como estaban haciendo los británicos.

Superado este punto, aventuramos el discurrir de la senda por las laderas pedregosas que se divisan al NE. Al fondo vemos el resalte rocoso donde se asienta el Refugio de Tracuit, pero lo más impresionante son las vistas al Weisshorn y el Zinalrothorn, dos colosos de los Alpes Peninos que se muestran ante nosotros. La arista NE del Weisshorn, con su Gran Gendarme, nos enseña su escarpada silueta, mientras que la pared NO se muestra cubierta por una película de hielo azulado. El Zinalrothorn es una punta que se asemeja, desde nuestra perspectiva, a la proa de un trirreme griego. Alta y afilada, domina los glaciares circundantes y ofrece una sola vía asequible de ascensión, la arista SE.

Ahora nos paramos, llevamos más de una hora caminando y las mochilas pesan, para tomar un poco de líquido y sacar algo para picar. Nos damos cuenta de que vamos a llegar mucho antes de lo previsto. Así, y a pesar de relajar un poco el paso, alcanzamos en poco más de una hora, la brecha en la roca que alberga el refugio. Hay un paso de unos 10 metros, equipados con una cadena que facilita mucho su ascensión, que es de Iº sin las cadenas. Fácil en la subida y la bajada, incluso con mucho peso.

En poco más de 2 horas y media hemos llegado al Refugio de Tracuit, del Club Alpino Suizo. Es una construcción de dos pisos, de unos 25 metros de largo por 10 de ancho. En su interior hay una pequeña cocina, comedor y 3 habitaciones que pueden albergar hasta 140 personas. Al llegar nos hemos parado a descansar, a comer una barrita y beber algo de agua en los bancos instalados en la pared del edificio. Hay muchos montañeros que ya han llegado, otros irán dejándose caer con el paso de las horas.

Enseguida entramos y una guarda nos busca en el libro de reservas y nos enseña nuestra habitación y literas. Como en todo refugio, las botas se dejan en la entrada, y también nos conminan a hacer lo mismo con el material duro: crampones y piolets. Hay que hacer reserva con antelación puesto que el refugio está muy solicitado en temporada estival, que es cuando se encuentra guardado. La noche que nosotros estuvimos se encontraba completo: mayoritariamente de suizos y alemanes, algunos italianos y franceses, y dos españoles: nosotros. Y como tal firmamos en el libro de visitas del refugio.

El resto de la tarde lo pasamos explorando el camino hasta el inicio del glaciar, buscando algo de agua, tomando el sol y leyendo las revistas de que allí disponen, que afortunadamente están en francés. A las 18h la guarda pone los nombres de los diferentes grupos en las mesas, para que cada uno se vaya sentando según el orden asignado. A alguno le hizo gracia ver apellidos españoles en una mesa, la misma que nos hizo su cordada a nosotros cuando la adelantamos al día siguiente: Auf Wiedersehen!

Nos sirven la cena a las 18h40, con un poco de retraso en el país de la puntualidad, una sopa de champiñones de sobre de primero y un picadillo de carne tipo boloñesa con puré de patatas de segundo. Menos mal que pudimos repetir. De postre un trozo de bizcocho con sabor a mazapán y cobertura de chocolate. Las bebidas se pagaban aparte, nosotros nos tomamos un litro de té para dormir, pero debieron ser dos...

Después de cenar, nos lavamos los dientes y nos vamos a dormir. El desayuno será a las 4h, así que nos vamos pronto, a las 21h en cama. Tenemos literas altas, la mía junto a la ventana, la de mi hermano justo a mi derecha. Los colchones son relativamente cómodos y hay muchas mantas, estamos unos 40 y las habitaciones son mixtas. Hay bastante ruido hasta las 22h30, luego una cordada que se levanta a las 2h y finalmente el despertador a las 3h50. Resumen: He dormido todo el tiempo salvo 30 minutos y mi hermano a estado despierto todo el tiempo salvo 30 minutos. La próxima vez nos traemos unos tapones.

A las 4 de la mañana nos ponemos en pie en busca de un fuerte desayuno, tenemos yogur, té, müesli y un par de tostadas con mermelada. Ningún lujo, pero suficiente. Por si acaso teníamos reservadas unas magdalenas que habíamos traído de casa. Volvemos a subir y nos preparamos con todo detalle, fuera hace frío y tenemos que salir listos para encordarnos. Llega el momento de atarse el uno al otro y lo hacemos con soltura, el ocho, el machard, todo correcto, pero ahora me toca atarme a mí y guardar el restante de cuerda, y eso se hace largo.... Al fin, con la cuerda algo rizada (es nueva) y después de un rato, salimos casi los últimos del refugio a las 5H40. Seguimos los frontales y pronto alcanzamos el inicio del glaciar, donde paramos a ponernos los crampones y sacamos el piolet y el casco. Otra vez, somos los últimos en completar la operación y empezamos a andar detrás de una cordada de Munich, que pronto adelantamos, pues van a paso muy lento. El paso del Glaciar Turtmann de madrugada es relativamente sencillo, siempre prestando atención a no salirse de la huella o pisar débiles puentes de nieve, y en poco más de 45 minutos alcanzamos el inicio de la pala.

Una impresionante ladera cóncava se extiende delante nuestra, protegida por seracs a ambos lados, especialmente al O. Desde aquí se observan la cima principal y la Punta Burnaby, que ascenderemos antes de emprender el regreso. La nieve está helada, dura, pero los crampones clavan bien y progresamos sin dificultad, no hay grandes caídas, la pendiente es moderada y muy amplia, salpicada por alguna grieta en su parte inferior principalmente.

Durante nuestro ascenso vamos a adelantar a cinco cordadas, que suben a un ritmo más pausado, a pesar de que paramos bastante a sacar fotos y observar el paisaje. El entrenamiento regular en los Pirineos da sus frutos y la altura no nos afecta como podría hacerlo de ir sin estar en forma. Pero no todo es coser y cantar, nuestros gemelos acusan el esfuerzo adicional de llevar crampones, para aliviarlos alternamos regularmente la técnica de cramponaje: pies planos de frente y de lado.

Pronto alcanzamos el collado que separa la Punta Burnaby del Bishorn y subimos la arista que conduce a cima, respetando el turno de los que bajan. Hay una profunda huella que da seguridad, aunque la pendiente sea considerable (40º). Estamos en la cima de nuestro primer 4.000, estamos felices, radiantes, todo ha ido bien, el cielo está azul, ni una nube. Se ve increíblemente bien la arista del Weisshorn, el macizo del Monte Rosa, el Oberland de Berna, la Dent Blanche y hasta el Grand Combin... Impresionante. Queremos más, nos vamos a la Punta Burnaby.

Descendemos al collado y buscamos la huella que asciende a este pico secundario, cuya arista cimera es mixta, pero fácil. Hemos hecho dos cuatromiles de una vez. Ahora tenemos una buena perspectiva de Bishorn y toda la pala, así como la arista del Weisshorn y su Gran Gendarme.

Rodamos unos videos, sacamos muchas fotos y emprendemos una cuidadosa bajada, primero por la pala y después en la zona de grietas. Aquí, el efecto del sol se deja notar, puesto que los puente de nieve están blandos e inseguros y las grietas más visibles que nunca, por ello dejamos la huella inicial en ciertos puntos y rodeamos los puntos más complicados. Una vez sorteadas las dificultades llegamos a la zona rocosa, donde nos quitamos todos los hierros y la cuerda, algo de ropa y enfilamos hacia el refugio.

Allí recogemos nuestros bastones y nuestro calzado de trekking, comemos algo y nos despedimos hasta otra ocasión. Hasta que intentemos el Weisshorn por su arista NE (algo que no es para mañana, sino para dentro de unos años probablemente).

En poco menos de 2 horas llegamos a Zinal, después de un fuerte descenso que castiga nuestras rodillas. Hace calor, pero el día está precioso y nosotros nos felicitamos por estos dos increíbles días y nuestro estreno como alpinistas. Hemos dado otro paso.

Salud y Montaña


Zinal (1.678m)

Parte alta del pueblo

Zinal desde el camino

Roc de la Vâche

Buena senda y balizada

El camino atraviesa ladera herbosas

Flores alpinas

Vamos hacia Tracuit

Espectacular estampa del Weisshorn y su Gran Gendarme

El camino asciende poco a poco por un itinerario pedregoso

Panorámica en la que destacan el Zinalrothorn (4.221m) a la izquierda, y la Dent Blanche (4.357m) a la derecha.

Detalle del Zinalrothorn

Weisshorn desde la Cabane de Tracuit

Glaciar Turtmann 

Eloy posando con el magnífico panorama de fondo

Las montañas suizas están repletas de cruces

Flores

Atardecer en el Valais

Eloy listo para salir hacia el Bishorn

Primera luz en nuestra cima de hoy

Una cordada descansa

Estamos cerca

La nieve estaba perfecta, la subida solo requería físico

En la cima del Bishorn (4.159m)

Panorama SE: Dent Blanche 

Weisshorn (4.545m) y yo

Eloy con la Punta Burnaby (4.135m) detrás suyo, el collado y el grupo de Mischabel al fondo a la derecha

Disfrutando de la cima

Bella arista NE del Weisshorn

Eloy observa la pendiente

Sombras 

Algún que otro serac...

Inmensidad

Algunas grietas, pero evidentes y poco peligrosas

Una vista más amplia del glaciar Turtmann

De vuelta en Tracuit

Nos queda una buena bajada

Cadenas que equipan un tramo del camino entre Tracuit y Zinal

De vuelta en los verdes valles

Fuente en Zinal

Chalet suizo. Zinal.


martes, 4 de agosto de 2009

Balaitous (3.144m). Desde los Ibones de Arriel por la Gran Diagonal.

Balaitous (3.144m)


Hace un mes estuvimos en la Gran Facha, esa pirámide altiva de bellas aristas. Y desde allí, de entre todas las cumbres que vimos, nos fijamos un objetivo próximo: El Balaitous. Dicho y hecho.

El Balaitous (también Balaitús o Balaïtous) domina un macizo que es el primero en superar los 3.000 metros de altura por el oeste, desde el Mar Cantábrico. El conjunto de montañas que lo forman alberga varios de los tresmiles más difíciles de la cordillera, como la Torre de Costerillou y la Aguja D'Ussel. El Balaitous, que se apoya en poderosas aristas, es una de las mayores alturas del Pirineo y por ello resulta extraño que pasase desapercibida por los pioneros del Pirineísmo. Fueron los geodésicos militares franceses Peytier y Hossard quienes lo ascendieron por primera vez el 8 de agosto de 1825 por la hoy llamada "Vira Beraldi".

Hoy en día, las vías más utilizadas son las de la Brecha Latour (PD, IIº+) desde el Refugio de Respomuso y la de la Gran Diagonal (F, Iº+) desde los Ibones de Arriel. Ésta última va a ser nuestra elección para atacar al Balaitous.



ASCENSIÓN


Desde el embalse de La Sarra (1.438 m), tomamos el camino GR.11 en dirección al Refugio F.A.M. de Respomuso, después de unos 50 minutos encontramos un desvío a la izquierda que nos lleva a los Lagos de Arriel siguiendo un sendero evidente y marcas de pintura rojas. Una vez allí, debemos progresar por senda hasta el Ibón Alto de Arriel (2.183m). Justo antes de llegar al mismo, seguir por la derecha, por fuerte pendiente al Gourg helado (2.410m). Bordeamos el lago por la izquierda y ascendemos hasta el Abrigo Michaud (2.722m), pequeño refugio que ofrece pocas comodidades. Desde aquí vamos a ganar la arista. Todo marcado con hitos.

En este punto arranca la llamada Gran Diagonal. Una empinada cornisa pedregosa que cruza la cara Norte del pico transversalmente, por trazas de senda y fáciles trepadas (Iº), y finaliza en una canal empinada junto a la Breche des Isards. Tomamos la vía de la derecha, con piedra de color blanquecino y marcada con hitos. Trepando esta canal, con un pequeño muro en la salida (Iº+), se sale, a mano izquierda en las inmediaciones de la cima (3.146). La misma ruta para descender hasta el Abrigo Michaud, donde tomamos una senda que desciende pasando por el Collado Wallon hasta el ibón bajo de Arriel. Aquí enlazamos con el camino marcado con pintura roja por el que hemos subido anteriormente y, después, por el GR.11 hasta La Sarra.


Gráfico de la ruta: http://www.gmap-pedometer.com/?r=3063578


Desnivel positivo acumulado: 1.800m


Tiempo: Sol y nubes. Temperatura: Entre 25ºC y 15ºC.


Croquis de la ascensión:



DURACIÓN


La Sarra - Desvío hacia Lagos de Arriel (50 min) - Ibón Alto de Arriel (2h15) - Abrigo Michaud (3h10) - Cima Balaitous (4h15) - Abrigo Michaud (5h10) - Collado Wallon (5h40) - Ibón Bajo de Arriel (6h10) - Desvío hacia La Sarra (7h10) - La Sarra (8h05). Ritmo medio. Paradas no incluidas.



DIFICULTAD

Senda de Gran Recorrido (GR.11) hasta el desvío a los Lagos de Arriel, senda evidente hasta los mismos, después trazas de senda marcadas con hitos hasta la entrada a la Gran Diagonal (aérea y, en ciertos tramos expuesta), allí trazas de senda marcadas con hitos, a veces derruidos, lo que puede dificultar la orientación. En la parte final, a la altura de un gran gendarme, hay que seguir una canal inclinada a la derecha del mismo, se distingue por algunos hitos y por ser de piedra blanca. Fácil trepada (Iº+) para superar este tramo y salida a cima. Precaución al descender por la Gran Diagonal. Caídas de piedras, recomendable usar casco si sube hay gente en la vía. Mismo itinerario para la vuelta, salvo desde el Abrigo Michaud al Ibón Bajo de Arriel, por senda evidente marcada con hitos.



DESCRIPCIÓN

Salimos de Pamplona a las 6h20, con muchas ganas y cierta incertidumbre respecto a las condiciones meteorológicas. Nuestro amigo Aitor se ha animado a probar fortuna con nosotros en el Balaitous, pico que ninguno de los tres hemos ascendido todavía. Llegamos al embalse de La Sarra hacia las 8h25, aparcamos en el aparcamiento que se encuentra cerca de un asador, pasada la central hidroeléctrica. En pocos minutos nos preparamos y ponemos un forro polar fino, hace fresco, menos de 10ºC. Tomamos el GR.11 cruzando un pequeño puente sobre el río Aguas Limpias, allí una serie de paneles nos indican las características de la zona y explican los glaciares del Macizo del Balaitous. Enseguida empezamos a andar y, a un ritmo alegre propiciado a partes iguales por la temperatura y las ganas de hacer esta ascensión, vamos ganando altura muy progresivamente, remontando el río Aguas Limpias. El camino es amplio, y atraviesa zonas de bosque y claros, pasos más estrechos y algunos amplios llanos como el Llano Cheto, poco antes de alcanzar el desvío hacia los Ibones de Arriel. Éste es el segundo desvío hacia el N que aparece en nuestro caminar por el GR.11 en dirección a Respomuso, puesto que el primero es el que nos conduciría al Pico de Arriel y por ello lo pasamos de largo.

Llegamos a nuestro desvío, bien indicado con una señal de madera en la roca, después de unos 50 minutos, en los que hemos disfrutado de suaves rampas y bonitas cascadas de agua. Ahora tomamos un camino marcado con hitos que asciende en zig-zag por un bosque, primero, y por una pedrera enorme, después, llevándonos directamente al Ibón Bajo de Arriel. Es importante seguir las marcas de pintura roja que señalan en todo momento el camino, puesto que podemos perder la orientación fácilmente al tratarse de pedrera con rocas medianas muchas veces. En nuestro caso nos desviamos un poco al NO y llegamos directamente al final del Ibón Bajo de Arriel, por trazas de senda.

Después de la aventura fuera de pista volvemos a tomar la senda que comunica los Ibones entre sí y la seguimos hacia el N, con el objetivo de encontrar los hitos que nos indiquen la subida al Gourg helado o Ibón Chelau. Animados por nuestra excursión anterior decidimos remontar una pedrera que nos deja justo por encima del citado ibón, a pocos minutos del Abrigo Michaud. Desde este punto se divisa la vía a seguir, que impresiona en un primer momento por ser abrupta y verticalidad, lo cual no hace sino motivarnos más si cabe. La sensación térmica, que había ido subiendo a lo largo de la mañana hasta situarse en unas cotas agradables, desciende de forma brusca al vernos ahora azotados por viento del O. Por suerte la orientación de la vía que nos disponemos a recorrer va a protegernos de él hasta la planicie cimera.

Seguimos ascendiendo y, enseguida, alcanzamos el Abrigo Michaud, un refugio precario que aprovecha una gran roca y dispone de una cuidada pared de piedra, ventana (sin cristales) y hasta rafia en el suelo. La capacidad del abrigo puede ser de unas 6 personas para dormir, en posición sentada o de pie caben muchas más.

El Abrigo Michaud es el punto de partida de la Gran Diagonal, probablemente la vía más sencilla de las que conducen a la cima del Balaitous. No es una vía para montañeros sin experiencia en Alta Montaña, muchos tramos son muy aéreos, el terreno está descompuesto y algunos tramos están expuestos a caídas impresionantes. La vía está marcada con hitos hasta la cima y se trata de seguirlos con cuidado, pegados a la pared y buscando las piedras más estables para progresar con seguridad y no perjudicar a otros montañeros. El terreno es bastante vertical y salva mucho desnivel rápidamente, apoyando las manos ocasionalmente, por un itinerario que cruza la cara NO del Balaitous de una forma bastante linea hasta llegar a un gran gendarme que se alza a nuestra derecha. Ésta es la Breche des Isards, donde enlaza la vía de los pioneros de nuestra montaña, la Vira Beraldi, con el final de la Gran Diagonal. En este punto debemos optar por seguir cuidadosamente los hitos hacia el E, para remontar la canal que asciende a la derecha del gendarme por piedra blanquecina. La chimenea de la izquierda del gendarme es una ratonera bastante más difícil (IIº+) que acaba en un abismo, no hay posibilidad de seguir.

Superando un par de rocas que bloques que cierran el camino (Iº+), nos plantamos en un camino que nos conduce a la cima del Balaitous (3.144m) en un par de minutos. Allí se encuentran instalados un triángulo de aluminio de unos 3 metros de alto, el vértice geodésico y un vivac circular. La cima nos sienta bien, por haber encontrado la canal correcta después de habernos probado innecesariamente en la chimenea "negra" del lado izquierdo, porque estamos completamente solos allí arriba y porque hemos hecho cima en un pico emblemático, el primer tresmil desde occidente.

Las vistas son de una belleza indescriptible, sobre todo hacia el Lago de Batcrabère y sobre la cresta de las Frondellas. Al N, un mar de nubes se extiende sobre los valle de Occitania, dejando a la vista solo los picos más prominentes de su geografía. Hacia el E la vista sobre la Cresta del Diablo, y la Gran Facha es privilegiada. También se aprecia como la corona del Vignemale está cubierta intermitentemente por las nubes y la cara Norte del Taillón y los Gabietos. Mirando al S vemos el semicírculo que forman el Garmo Negro, los Algas y el Argualas. También los temidos Infiernos, con su característica "Marmolera", que pasamos hace un mes en el día que inauguró los tresmiles de este año. La vista al O nos ofrece un primer plano del Pico Pallás y de su vecino el Pico de Arriel, el cercano Midi D'Ossau está vetado por la nubosidad y también la mayoría de los relieves que se extienden más allá. Sin embargo identificamos la Peña Collarada, la Pala de Ip y los picos de Anayet.

Estamos muy a gusto en el vivac de la cima, comiendo, charlando y haciendo fotos. Son 45 minutos que se pasan en un suspiro. Son las 14 y decidimos bajar con cuidado por la vía de ascenso, destrepando ágilmente la canal y tomando el camino de la Gran Diagonal. La bajada es sencilla, pero debemos prestar atención a dónde ponemos los pies porque las piedras están muy sueltas y hay mucha tierrilla que puede hacernos resbalar. Y resbalar no está permitido aquí, especialmente en algunos tramos.

Llegamos al Abrigo Michaud en poco menos de una hora y tomamos el camino que desciende al SO debajo de las paredes de las Frondellas, pasando por el Collado Wallon (2.508m). El recorrido se hace fácil, siguiendo hitos por senda, y entretenido, al ser diferente del camino de ascensión. Desde el Ibón Bajo de Arriel, donde no deja esta senda, tomamos el mismo camino que a la subida y descendemos tranquilamente hasta La Sarra.

Hemos estado unas 10 horas en la montaña y, posiblemente, ha sido la ascensión que más corta se me ha hecho. Es entretenida en todo momento y el paisaje es espectacular, especialmente a partir de los Ibones de Arriel. La incertidumbre del tiempo ha jugado a nuestro favor y la vía se encontraba vacía, lo cual enfatizó el carácter solitario y alpino que tiene de por sí el macizo. Ha sido una bonita excursión, en la que hemos conquistado una gran montaña y descubierto un gran compañero de cordada. Un domingo redondo.

Salud y Montaña



Desvío hacia Arriel






Arriel


Pallás


La Gran Diagonal


Vista hacia el Vignemale


Nubes retenidas en vertiente norte


Infiernos y Argualas


Eloy y yo en la cumbre del Balaitous


Trío montañero




Aitor


Eloy


Comenzando la bajada


La pequeña chimenea de I°


Muy aéreo


El camino de la derecha es el bueno


Vistas espectaculares


Gran Diagonal desde abajo


Javier




Bajando hacia el Collado Wallon


Abrigo Michaud (2.722m)


Pared S del Balaitous












De vuelta por el GR.11.

PS: Los comentarios son fuente de motivación para la existencia de un blog. Si algo te gusta (o si no), coméntalo para que en el futuro siga habiendo nuevas entradas. Gracias.