Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, 9 y 10 de agosto de 2008.
La canícula pasa rápidamente, así que he aprovechado el fin de semana libre para realizar una marcha que tenía planeada desde hacía meses. Las previsiones meteorológicas eran buenas y mi ánimo el mejor. Además, estaba el aliciente de realizar la ascensión en solitario a un tres mil, a una cima importante como es el Monte Perdido (3.355m), tercera altura del Pirineo. Una experiencia inolvidable...
La canícula pasa rápidamente, así que he aprovechado el fin de semana libre para realizar una marcha que tenía planeada desde hacía meses. Las previsiones meteorológicas eran buenas y mi ánimo el mejor. Además, estaba el aliciente de realizar la ascensión en solitario a un tres mil, a una cima importante como es el Monte Perdido (3.355m), tercera altura del Pirineo. Una experiencia inolvidable...
RUTA
Pirineo Central, P. N. de Ordesa y Monte Perdido: Monte Perdido desde Torla.
Ruta de dos días, saliendo de la localidad oscense de Torla por el GR.11 en dirección a la Pradera de Ordesa, Circo de Soaso, Refugio de Góriz y cima de Monte Perdido. Vuelta por el mismo itinerario, cogiendo el bus en Pradera de Ordesa.
DESNIVEL POSITIVO
2.325m.
TIEMPO
Sol y nubes. Temperatura entre 20°C y 30°C
Sol y nubes. Temperatura entre 20°C y 30°C
CROQUIS
DURACIÓN
Día 1: Torla-Pradera de Ordesa-Clavijas de Soaso-Refugio de Góriz. 15h a 19h50.
Día 2: Refugio de Góriz-Monte Perdido-Refugio de Góriz-Pradera de Ordesa. 7h50 a 16h30.
DIFICULTAD
Fácil, senda ancha hasta Góriz. Desde Góriz senda discontinua con pequeñas trepadas hasta Lago Helado. Última parte, pala con Escupidera, 30-35º, expuesta pero no presenta problemas sin nieve.
DESCRIPCIÓN
Llego a Torla hacia las 14 horas del 9 de agosto, tras una comida me dispongo a ponerme en marcha hacia el Valle de Ordesa. A las 15 horas tomo el GR.11, que sale de Torla por la parte baja del pueblo, justo después del túnel para vehículos. Cruzo un puente sobre el río Ara y cojo el camino que indica "Ordesa por Turieto". La senda sube y baja hasta llegar al recodo del río, cerca del Puente de los Navarros. Ahí se empina y comienza la ascensión hacia la Pradera. El camino es precioso y merece mucho la pena hacerlo.
Tras hora y media de caminata, llego a la Pradera de Ordesa (1.300m). Allí veo que está todo muy estudiado para el turismo, restaurante y tienda de recuerdos incluidos. También hay unos baños y un edificio de información, amén de una parada de autobús y un amplio aparcamiento.
Me paro a comer un poco y atravieso la zona recreativa hacia el interior del valle. Tomo el camino que recorre la parte izquierda del río, en el sentido de la marcha. El camino es maravilloso, pasando por bosques de hayas y al lado de saltos de agua. Hay una gran cantidad de miradores. El aliento fresco de las cascadas nos hace el esfuerzo menos duro.
Poco a poco vamos ascendiendo por el el cañón hasta llegar a los Llanos de Soaso (1.700m), no sin antes deleitarnos con el espectáculo que ofrecen las Gradas de Soaso (1.650m), maravilla natural producto de miles de años de erosión fluvial. Una vez en los Llanos, observamos el amplio Circo de Soaso en cuya pared se encuentra la famosa cascada de la Cola de Caballo, uno de los mayores atractivos del Parque Nacional. A su derecha, nuestra vía de ascensión: las Clavijas de Soaso.
La senda asciende abruptamente por una pedrera hasta desaparecer en el murallón del circo, aquí se encuentran las célebres clavijas, muy accesibles gracias a los clavos y las cadenas allí instaladas para facilitar la ascensión. Es un itinerario que nos ayuda a salvar un importante desnivel en poco tiempo, pero conviene estar en buena forma y no tener vértigo. Existe una senda que asciende por la pared norte del valle para sortear este paso.
En lo alto del circo retomamos el camino que nos ha de conducir hasta el Refugio de Góriz (2.200m). Llego al atardecer, muchas tiendas de campaña ya están montadas y busco un sitio para instalar la mía. Después voy al refugio a probar suerte con la cena, consigo cenar gracias a que habían fallado otros montañeros, el guarda me comenta que para cenar hay que pedirlo hacia las 17h como muy tarde. Las taquillas también están todas alquiladas. Para colmo, el guarda me indica que tengo que dejar mis botas en un armario y coger chancletas para entrar al comedor. Tengo que aprender a fiarme de la gente.
Me siento en una mesa con una pareja de Castellón y unos montañeros de Zaragoza. Muy simpáticos los cinco. Incluso fui a tomar un café con ellos tras el ágape. Tras esto, a dormir, hacia las 22h.
Como ya viene siendo habitual, casi no consigo conciliar el sueño. Esto me preocupa, puesto que al día siguiente tengo que afrontar una dura prueba y necesito estar en plenitud de facultades. No obstante, me levanto en buen estado y con la lección aprendida: la próxima vez me llevo los tapones.
Me encamino al refugio y tomo un buen desayuno, alto en calorías, consistente en un tazón de cereales con leche, dos bollos de pan rellenos de mermelada y dos magdalenas rellenas de chocolate, además compro dos bebidas isotónicas y una botella de agua para rellenar mis botellines. Tras recoger la tienda y hacer mi mochila vuelvo al refugio, tengo que dejar la tienda de campaña, 3 kilos menos para la subida. La dejo en una zona tradicional de depósito de material, en la pared del refugio, junto a la pasarela de los servicios. Allí veo muchas tiendas, mochilas, esterillas... esto me anima a dejar mi tienda, aunque pensándolo bien, tampoco me queda más remedio para tener éxito en mi empresa.
Comienzo la ascensión con buen ánimo y mucha compañía, son las 7h50 de la mañana y varios grupos de montañeros me indican el camino a seguir. Empiezo poco a poco, sabedor de que me queda un largo camino de vuelta tras la cima, aunque enseguida mi ritmo empieza a ser muy bueno. En un primer momento rodeamos un primer murallón situado justo encima del refugio, por senda, y continuamos hacia el Mar de Bloques. Siguiendo el evidente sendero nos encontramos con una pequeña fisura que salvamos sin problemas y pronto alcanzamos el Mar de Bloques, también llamado Caos de Rocas... los dos nombres dan buena fe de la zona. Seguimos los hitos de piedras para no dar vueltas innecesarias y llegamos a un segundo murallón de unos 8 metros en el que hay que apoyar las manos (I). Habilidad y decisión, es todo.
Poco después llegamos a una zona con un nevero, que atravesamos por el medio, puesto que el corredor de la rimaya no ofrece mucha seguridad, ascendemos por roca mojada, apoyando las manos para asegurarnos, y en poco minutos damos con el Lago Helado (2.980m). Comprobamos que ya no está helado sino a trozos y observamos hacia el SE la Escupidera, pala de gran inclinación frontal y lateral que da acceso a la cima del Monte Perdido. Está libre de nieve en buena parte y se puede subir con seguridad sin material duro.
Comenzamos a subir con la máxima precaución por este punto negro en cuanto a accidentes se refiere, la pedrera es incómoda, la pendiente severa. Hay que tener cuidado con la piedras que tiramos y con las que nos puedan venir encima. Tras unos 40 minutos de ascensión ganamos el hombro del Monte Perdido y en unos 5 minutos más hacemos cumbre (3.355m). Tercera altura del Pirineo y tope para mí. Estoy muy contento.
En la cima había unos 25 montañeros y montañeras, muchos de ellos franceses. Son las 10h15. Me como un bocadillo, me hidrato un poco y tomo las fotos de rigor observando el increíble paisaje que se extiende desde este punto. Unas vistas fantásticas. Todos los grandes del Pirineo Central. Estoy 30 minutos en la cumbre.
El camino de vuelta es idéntico al de subida hasta el Refugio de Góriz, donde recojo felizmente mi tienda de campaña, vuelvo a comer algo y a rellenar los botellines. Empiezo a descender a las 13h, a buen paso, aunque con una paliza encima y una mochila muy pesada. Al llegar a los altos del Circo de Soaso decido bajar por la senda, evitando las clavijas, inseguras con el peso que llevo encima y una fatiga creciente. El camino de vuelta por el valle se hace largo y me empiezan a doler los pies, víctimas del desnivel y del peso. Llego a las 16h20 a la parada del autobus, como un bocadillo de jamón, compro una botella de bebida isotónica y cojo el autobus de camino a Torla. 17h, fin del camino. Hasta la próxima Ordesa.
Salud y Montaña
3 comentarios:
Buen blog, compañero:
Y arrancas con buenas ascensiones, buenas fotos y rutas muy bien descritas...
Pues nada, enhorabuena y te opgno un link en mi blog, que hay que echarse una mano entre montañeros-blogueros...
He disfrutado un rato viendo tu blog y tus bonitas fotos. He dado con él de casualidad navegando por la red buscando información, porque esta misma tarde iba a salir desde Madrid a Ordesa para hacer una ruta de 3 días vivaqueando. Finalmente, las malas previsiones meteorológicas nos han hecho cambiar de planes y optar por ir a Gredos, que nos pilla cerquita. Así es como te he encontrado.
Si alguna vez vuelves por Gredos, no dejes de subir la Galana, te gustará más que el Almanzor, y es posible enlazar ambas ascensiones. También es muy recomendable visitar el Circo de las 5 Lagunas.
Bueno, que te meto en “favoritos”.
Te invito a que visites nuestro blog de espeleo:
http://ge-flash.blogspot.com/
Un saludo. Alejandro.
Muy buena cronica!
Nosotros lo hicimos en San Juan, habia muchisima nieve y estoy seguro que fue mas facil la subida y sobretodo la bajada, pues con esos pedruscos tiene que ser un coñazo el descenso!
Te paso mi cronica por si te apetece leerla, aunque está en Catalán. O almenos ves las fotos con nieve!
http://terrendins.blogspot.com/2008/07/ascensi-al-monte-perdido-per-sant-joan.html
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