miércoles, 10 de febrero de 2010

LaKartxela (1.982m) por el Corredor Sacro (PD+, 55º, 400m). Invernal en Belagua.

LaKartxela (1.982m), Pirineo Navarro, España. 24 de enero de 2010.


Parón navideño, la experiencia del Petit Vignemale tuvo efectos retroactivos en forma de gastroenteritis. No es el mejor momento del año para estar a dieta de arroz y zanahorias y, al verme ante las tradicionales tentaciones gastronómicas, la convalecencia se alargó. No está de más decir que ha estado aliñada con un episodio de faringitis aguda, que ha debilitado mi cuerpo y mi mente durante este largo mes de enero. Afortunadamente, no hay mal que 100 años dure, vuelvo a la actividad con dos propuestas interesantes para debutantes en esto de la montaña invernal. La primera de ellas es una ascensión por corredor al Pico Sacro, Peña Ezkieta y LaKartxela. En el descenso también hollamos la Bimbaleta.

El valle de Belagua se encuentra en el extremo nororiental de Navarra, cerrando el puerto del mismo nombre que se dibuja en el horizonte un cordal de cimas espléndidas, que rozan los dos mil metros de altitud, y cuya cúspide es LaKartxela. Montaña conocida por montañeros y excursionistas, su ascensión supone alcanzar un magnífico observatorio de las vertientes septentrional y meridional de esta verdosa parte del Pirineo, así como de cumbres emblemáticas como el Ori (primer dos mil viniendo desde el Mar Cantábrico), el Anie y todo el grupo de Ansabère.

Es éste un retorno a la montaña marcado por un objetivo asequible y buenas condiciones para la práctica del alpinismo. Una pequeña montaña para una gran actividad.


RUTA

El inicio de nuestra ruta circular, y por tanto también el final, es la venta de Juan Pito (1.160m), en las inmediaciones del Cuartel de Yegüaceros, a la que se accede desde la carretera NA-1370, km 68'5. Desde este punto existe un camino balizado con marcas amarillas y blancas (PR) que asciende por un bosque durante un breve tiempo, después sigue por una loma desprovista de árboles, siempre en dirección NNO. En este lugar descendemos hacia una depresión donde hay un caos de bloques y ascendemos directamente hacia el macizo de Keleta, Sacro y Ezkieta por un pequeño barranco. Saliendo del mismo y abandonando definitivamente cualquier forma de vida arbórea, nos encontramos en la antesala del Corredor Sacro (PD+, 45°-55º max.-, 400m), que ascendemos directamente hasta llegar a un pequeño collado entre el Pico Sacro y la Peña Ezkieta. Subimos al Sacro por cresta descompuesta, volvemos sobre nuestros pasos y realizamos un flanqueo a la cresta de la Peña Ezkieta por terreno inclinado de nieve dura (60º), hasta encontrar un pequeño corredor que da acceso a la cima. Desde aquí seguimos la arista mixta, si bien fácil, hasta la cima de E de LaKartxela y , después, hasta su cima principal. El descenso se realiza por la ladera N, en zig-zag, hasta el collado de Gimbeleta, donde tomamos el camino ascendente hasta la Bimbaleta. Volvemos sobre nuestros pasos para descender por camino marcado (PR) hasta el punto de inicio. Gráfico de la ruta


DESNIVEL POSITIVO

1000m


TIEMPO

Nubes y claros, riesgo 2 de aludes hasta 2.000m, temperaturas suaves entre 0ºC y 8ºC. Viento nulo o casi nulo.


CROQUIS



DURACIÓN

Venta de Juan Pito - Base del Corredor Sacro (1h) - Pico Sacro (2h15) - Peña Ezkieta (2h45) - Lakartxela (3h15) - Bimbaleta (4h) - Venta de Juan Pito (5h20). Ritmo normal. Paradas en todas las cumbres para sacar fotos y beber.


DIFICULTAD

Orientación fácil, con huella antigua en la primera parte del camino. Pendientes severas en nieve dura, en el corredor y en el flanqueo (hasta 60º), bastante estable. Le pondría un PD+ al corredor y un AD- al flaqueo, que si bien es corto (100m), es expuesto. En resumen, es una excursión para montañeros acostumbrados a invernales y con buena técnica de piolets y crampones.


DESCRIPCIÓN

Este invierno está siendo revuelto como pocos, no recuerdo tres días de anticiclón sobre nuestros cielos y, de producirse una tregua entre tanta precipitación, siempre cae entre semana. ¡Qué le vamos a hacer! Teniendo esto en cuenta, íbamos a salir a la mínima oportunidad que se nos presentase un sábado o un domingo, incluso con la faringe al 60%. La montaña es una pasión, no es un deporte en el sentido clásico, es un ejercicio de esfuerzo y contemplación como ningún otro. Es un medio y es un fin en sí mismo.

En esta ocasión quedo con mi amigo Aitor a las 7, de forma que a las 9 estuviésemos en la zona de Belagua. Salimos de Pamplona con una enorme ilusión y una pequeña incertidumbre respecto al tiempo y las condiciones de la nieve. Habíamos elegido esta zona por su relativa poca altitud, lo que favorece un asentamiento más firme del manto nivoso, y el interés de algunas rutas reseñadas por otros montañeros. En esta ocasión hemos tomado como referencia la esquiada de Fidel, reseñada en su blog, a este bello corredor. 

Aitor llevaba esquís de travesía y yo me disponía a ir a pie. Llegamos a la venta de Juan Pito, a 1120m de altura, hacia las 9 de la mañana. En sus inmediaciones aparcamos y preparamos los macutos, que pesan lo suyo, al haberles añadido tornillos, algunas bagas, sistemas, cuerdas... en fin, todos los necesarios para asegurar, además de arnés y casco. Después nos daríamos cuenta de que no eran necesarios, pero nunca está de más llevarlos.

Comenzamos nuestro recorrido por camino señalizado y animados por las suaves temperaturas y un cielo nublado pero para nada amenazante. Las mochilas pesan, pero la inactividad navideña es el mayor lastre. Ascendemos pesadamente por el bosque, Aitor con sus botas de plástico, yo con mis circunstancias, si bien enseguida alcanzamos una sucesión de lomas nevadas donde el elemento arbóreo empieza a echarse en falta. Estamos a unos 1350m y la innivación no es muy alta, habiéndose visto especialmente reducida tras las últimas lluvias en alta cota. Por ello la poca nieve que hay también se supone estable, y eso es lo que andábamos buscando.

Aitor se puede poner los esquís y empezar a disfrutar un poco mientras ascendemos sobre la última loma, desde la cual la vista sobre nuestro objetivo impresiona, parece más vetical de lo que en principio habíamos calculado. Es un efecto óptico, no pasa de 55º, que se alcanzan solo a pocos metros del final de la vía. Para ganar la base del corredor tenemos que descender hacia un llano de deposición de grandes bloques de roca, donde mi compañero deja sus esquís, vencido por la falta de nieve. No hay tiempo para más, tomamos el camino más recto, que nos lleve al principio de la actividad más técnica. Para ello remontamos un barranco por donde discurre, medio tapado medio al descubierto, un pequeño curso de agua. Aquí la nieve está en polvo y abrimos huella fatigosamente hasta, transcurridos veinte minutos, alcanzar el punto donde nos calzamos los crampones y cogemos nuestros nuevos piolets técnicos. En principio el estado de la nieve es muy bueno, por lo que no vemos la necesidad de perder tiempo asegurando un corredor más bien fácil. La verdad es que el equipo da mucha seguridad y permite ascender sin sobresaltos con buena técnica. El corredor Sacro traza su línea por el centro del macizo Keleta-LaKartxela en su vertiente NE, la estética vía tiene un trazado sinuoso que esconde la salida de la misma hasta bien entrada la ascensión. Su pendiente es mantenida entre los 45º de la parte inferior a los 55º de la salida, un poco acornisada. La parte central del corredor pasa al lado de un característico "dedo" al estilo de los famosos de la Brecha de Rolando o del Monte Perdido. Es una ascensión muy bonita y con mucho ambiente. Y, la verdad, se pasa volando a pesar de su longitud. "¡Qué gozada de material! ¡Y qué gozada de corredor!", pienso al llegar a la arista. Allí me estaba esperando Aitor, más entrenado y liberado del peso de sus esquís.

Nos encontramos en una arista bastante aérea que une el Pico Sacro con la Peña Ezkieta, y afrontamos la ascensión del primero con una pequeña trepada mixta, bastante fácil. Tras hacer cima y observar la magnífica perspectiva que ofrece del Keleta, volvemos sobre nuestros pasos para encarar la siguiente cumbre, y en este punto se nos plantea una disyuntiva: seguir por la cresta, con alguna trepada maja en mixto y con crampones, o realizar un flanqueo por terreno expuesto, aéreo y bastante inclinado. Pues, la confianza en la nieve y el material fue tal, que nos animamos a recorrer lateralmente unos 100m de pared, a unos 60º de inclinación y sobre buena nieve. Así transcurría mi travesía, con máxima concentración y sondeando las condiciones de la nieve a cada paso... hasta que me doy cuenta de que he perdido de vista a Aitor. Le llamo, le grito, nada. El bueno de mi compañero había desaparecido dejando un rastro de huellas apenas visibles. Pero no me preocupa, sé donde está, él quería haber subido por el terreno mixto de la cresta y sabía que a la mínima iba a subirse a ella. Así es cómo pocos metros después le oigo señalarme su posición, que había alcanzado después de subir un pequeño corredor de nieve de unos 20 metros. Ya estamos los dos en la cima de la Peña Ezkieta, desde donde divisamos, por primera vez en el día, las dos cimas de LaKartxela.

El recorrido por la cresta es fantástico, fácil, pero expuesto. Después pasamos al lado de una espectacular cornisa de unos 3 metros de alto, para enseguida remontar por terreno más estable hasta la cima oriental de LaKartxea, donde solo un hito pedregoso nos indica que hemos ganado el punto más alto. El paseo por el cordal es muy bonito, y por más adelante nos espera la cima principal, donde la cantidad de nieve es considerable, pues prácticamente tapa el buzón verde que señala los 1982m de altitud a la que nos encontramos. Bella vista del Ori y de las montañas que separan Navarra de Aragón, desde el Arlas hasta el Chinebral de Gamueta, pasando por todas las cumbres que nos son familiares a los navarros: Anie, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Mallo de Acherito. Al fondo Midi d'Ossau y Bisaurín aparecen dominando las alturas.

Aitor está preocupado por sus esquís, que ha dejado abajo, no los puede ver desde arriba y volvemos a buen ritmo por la ruta normal, la que pasa por el collado de Gimbeleta. Pero antes de bajar nos animamos a subir a la Bimbaleta, pequeño repunte altitudinal que me cuesta bastante esfuerzo: la inactividad. Con estaa cumbre nos damos por satisfechos y bajamos, cada uno por un sitio diferente hasta la venta de Juan Pito, donde disfrutaremos de un merecido bocadillo y refresco. Buena actividad en una tregua meteorológica. Ahora a recuperar la forma, que aún queda mucho invierno.

Salud y Montaña


Invernal a Lakartxela (1.981m) por el corredor Sacro (PD+, 55° max). Aitor Askargorta / Javier Rodríguez


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